21 septiembre 2022
Se trata de PUCHEROS, el espectrógrafo que ayudará a indentificar candidatos a exoplanetas desarrollado íntegramente en el Centro de Astro Ingeniería de la Universidad Católica, en el cual participan investigadores que pertenecen a facultades que integran Ciencia 2030 UC.
El espectrógrafo PUCHEROS comenzó a desarrollarse en 2009 en el Centro de Astro Ingeniería de la Universidad Católica (AIUC), como parte de un proyecto Fondecyt liderado por el astrónomo del Instituto de Astrofísica UC e investigador del Centro de Astrofísica CATA, Leonardo Vanzi. La meta era aprovechar las grandes instalaciones de observatorios en el norte de Chile para potenciar el desarrollo de instrumentación astronómica desarrollada íntegramente en nuestro país.
Fue así que PUCHEROS fue instalado en el Observatorio Santa Martina, del Instituto de Astrofísica UC, donde comenzó a operar con fines principalmente académicos, pudiendo además realizar hallazgos publicados en revistas científicas internacionales, incluyendo su colaboración para detectar que la estrella hipergigante amarilla HR 5711, en la constelación de Centauro a unos 12 mil años luz, era en realidad un sistema binario.
Ahora este instrumento pionero ha registrado un importante avance y una versión mejorada fue instalada en el Telescopio ESO de 1.5 metros, ubicado en La Silla, Región de Coquimbo, uno de los primeros instalados por el Observatorio Europeo Austral en Chile. Su desarrollo ya había dado paso a otro importante logro de la astro ingeniería nacional, cuando en 2016 se instaló el espectrógrafo FIDEOS, también en La Silla, el primer instrumento chileno instalado en un observatorio internacional.
El astrónomo explica que PUCHEROS fue el primer instrumento desarrollado en AIUC, lo que representaba un gran desafío. “El reto en ese entonces fue conseguir algo comenzando desde cero, objetivo que conseguimos con creces. Hace un par de años se dio la oportunidad de construir una versión mejorada del instrumento e instalarlo en La Silla y de esta manera transformamos esa primera versión del instrumento en PUCHEROS +, mucho más sofisticado, lo que conseguimos gracias a toda la experiencia acumulada en estos años”, cuenta el profesor Leonardo Vanzi.
El nuevo espectrógrafo contó con financiamiento de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) a través del fondo Quimal para el desarrollo de instrumentación astronómica y de Fondecyt, en tanto que el desarrollo del software estuvo a cargo de la empresa chilena BlueShadow, con larga experiencia en el desarrollo de software para astronomía e internet de las cosas. La espectroscopia astronómica permite estudiar la radiación electromagnética que proviene de objetos celestes y se utiliza para conocer muchas de las propiedades que poseen las estrellas y galaxias más lejanas, como por ejemplo, su composición química y su movimiento.
Respecto de los objetivos científicos de PUCHEROS +, el espectrógrafo forma parte de la etapa preliminar para la implementación de un instrumento todavía más ambicioso, llamado PLATOSpec, instrumento que hará el seguimiento a candidatos de exoplanetas descubiertos por la misión PLATO, de la Agencia Espacial Europea (ESA), iniciativa que estudiará las estrellas más brillantes para encontrar planetas en tránsito. Dada su sensibilidad y modo de operación, el instrumento ayudará a la detección de planetas análogos de la Tierra en cuanto a masa y órbita, en otros sistemas solares.
Leonardo Vanzi destaca que el nuevo espectrógrafo es fruto de un trabajo en él participaron estudiantes - de astronomía e ingeniería- durante todo el proceso, hasta su instalación hace un par de semanas en el Observatorio La Silla. “Todos los trabajos que habíamos hecho eran más de simulación o de trabajo en laboratorio, sin tener experiencia con un sistema real. Uno como estudiante por lo general está acostumbrado a que todas las soluciones estén al alcance de la mano, pero cuando empiezas a tener más experiencia en terreno, te das cuenta que todo puede fallar y aprendes a estar preparado para cualquier cosa”, afirma Rafael Ormazabal, alumno de ingeniería UC, quien trabajó en el controlador de temperatura del instrumento: “desde la compra de componentes, hasta el diseño e implementación en el espectrógrafo”, relata.
Por su parte Luca Antonucci, estudiante de Magíster en Ciencias de la Ingeniería, dice que “cuando uno desarrolla un proyecto real, te enfrentas a la responsabilidad de que funcione bien y de manera robusta en el tiempo, esto hace que desde las tareas más simples hasta las más complejas tengan que ser bien llevadas, lo que implica mucho más trabajo del que uno puede imaginar viéndolo desde la perspectiva de estudiante universitario”. Su trabajo -agrega- estuvo centrado en la interfaz telescopio-espectrógrafo, la cual consiste de 3 partes: sistema de calibración, sistema de adquisición y la inyección de luz a la fibra (que lleva la luz de las estrellas al espectrógrafo).
El profesor Vanzi destaca el valor de este proyecto en tanto transferencia tecnológica para Chile. Además de PLATOSpec el Centro de Astro Ingeniería UC trabaja en la construcción del espectrógrafo TARdYS para el telescopio japonés TAO, que se construye en Cerro Chajnantor a 5.600m de altura. “Seguimos en nuestro camino de posicionar el país no solo como anfitrión de grandes telescopios, sino que también como socio activo con la capacidad de aportar capital humano, tecnología y recursos”, concluye.