14 diciembre 2023
La reconocida investigadora y conservacionista de la U. de Stanford llegó hasta la Facultad de Agronomía y Sistemas Naturales para participar del ciclo de seminarios “Encuentros con el Bosque”. Durante un conversatorio con académicos y estudiantes, se refirió a los desafíos y logros obtenidos a lo largo de su carrera.
Mary Pearl cuenta que su interés por la ciencia comenzó cuando estaba en la escuela primaria. Su profesora de ciencias -allá por los años 50- llevó a la clase una colmena, justo en la época en que se revelaban los primeros estudios del comportamiento de las abejas. Aunque tenía solo seis años, esa experiencia marcaría su destino como científica dedicada a la conservación.
Científica, ambientalista y educadora, la investigadora de la Universidad de Stanford reconocida por su trabajo a nivel mundial, llegó a nuestro país para participar de la serie de seminarios “Encuentros con el Bosque”, organizados por la Facultad de Agronomía y Sistemas Naturales de la Universidad Católica dentro del marco de la Cátedra de Biodiversidad y Desarrollo Sostenible CMPC.
Como parte de su trabajo, Mary Pearl recorrió el mundo, llegando a ser presidenta de la organización internacional Ecohealth Alliance, mientras que su legado científico la llevó a ser elegida como miembro de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS). “En los años 50 una chica de Nueva York de clase media no tenía muchas posibilidades, ya que solo existían dos carreras para mujeres: maestra de primaria o enfermera”, relató Mary Pearl como parte de su charla sobre la importancia del liderazgo femenino en ciencias.
Ciencia para hombres
Cuenta que la lucha y el esfuerzo que invirtió en estudiar ciencia en aquella época, requirió el desarrollo de cualidades como la resiliencia, una herramienta que ha sido fundamental en su carrera hasta hoy. Recuerda que cuando aún estaba en el colegio, quiso inscribirse en un programa de ciencia que se dictaba los domingos en la Universidad de Columbia, pero la respuesta no fue lo que esperaba. “Fui donde el profesor para pedir una recomendación, pero él me dijo que ‘si lo hago tú tomarás el lugar de un chico que tiene una oportunidad de ser un científico real’, entonces con 13 años y no conociendo a ninguna mujer científica, yo dije ‘ah, no sabía que no podía, fue muy triste”, contó.
Pero con todo un mundo en contra Mary Pearl no se detuvo, le encantaba la naturaleza desde muy pequeña, cuando supo que los indígenas en su país podían deambular por los senderos sin hacer ningún ruido, una técnica que empezó a aplicar ella misma para poder observar ardillas, ciervos y conejos, señaló. Desde entonces el amor por los animales la acompañaría toda su vida. Recuerda que años más tarde, cuando decidió tomar una clase de física, se encontró con un curso solo de hombres, quienes no celebraban su llegada. “Ninguna chica toma Física, qué lástima que estés acá, me decían”.
Pero todo comenzaría a cambiar al entrar a la Universidad a estudiar Biología Evolutiva, cuando por primera vez la carrera comenzaba a aceptar mujeres. Fue allí cuando conoció a la primatóloga mundialmente famosa, Jane Goodall, cuyo ejemplo la llevó a seguir un doctorado en comportamiento social de animales. Pero tras haber investigado la jerarquía de hembras en un grupo social de macacos, decidió dedicarse de lleno a investigar los ecosistemas.
Uno de sus primeros trabajos fue en la organización internacional ambientalista Wildlife Conservation Society (WCS), pero una vez más enfrentó trabas por ser mujer. “Yo era la primera mujer profesional en conservación trabajando ahí, pero no pude obtener un trabajo haciendo lo que yo sabía hacer, que era estudiar la biodiversidad, sino buscando fondos de compañías y corporaciones, ‘porque era una mujer joven y linda’, que podía entrar a las oficinas a pedir dinero. Acepté pensando que tendría la oportunidad de asesorar programas, pero solo me quedé un año, ya que todas las decisiones eran tomadas por hombres, norteamericanos y en Washington”, relató.
Posteriormente Mary Pearl llegaría a ser presidenta de The Wildlife Trust, y presidenta de Ecohealth Alliance, una organización global dedicada a la ciencia innovadora de la conservación en países con alta biodiversidad. Fue allí donde encabezó el desarrollo del campo científico de la medicina de conservación, disciplina que considera las interacciones entre la salud humana, los ecosistemas y la vida salvaje.
La ventaja de ser mujer
Sobre lo que ha significado ser mujer en la carrera científica, señala que el hecho de haber sido la única en las aulas en sus inicios, fue una herramienta que le dio el coraje de aceptar la diferencia y ser ella misma.
Mary Pearl concluyó señalando que características muy valiosas en la ciencia, como la paciencia, la resiliencia, la capacidad de cambiar rápido de papel y no correr riesgos innecesarios, se deben también a la experiencia ganada teniendo que salir adelante en un mundo dominado por hombres. “Grupos heterogéneos brindan diversas perspectivas de los problemas, hay más creatividad, mejora la dinámica del grupo y la calidad de la investigación. La diversidad en el mundo laboral significa utilizar el talento de todas y todos, no cabe duda que las decisiones que incluyen hombres y mujeres, son mejores”, dijo la investigadora.